Hay una manifestación de prostitutas en el centro de la ciudad con pancartas y coreando: ¡Queremos Seguridad Social, ¡Queremos Seguridad Social!

El gobernador, ante tal escándalo, acepta darles Seguridad Social y las manda al Instituto Nacional de Empleo para que rellenen sus fichas para legalizar la prostitución.

Hay una inmensa cola hasta el mostrador, y a esto que se acerca una vieja y le pregunta a una prostituta: Señorita, ¿ para qué es esta cola?
La prostituta, al ver que es una señora mayor, le dice: Es que dan bolsas de almendras.
Entonces, la vieja se pone en la cola, y cuando llega su turno le dice el señor del mostrador: Señora, ¿usted también a su edad?
Si señor, morderla no puedo, pero chuparla siiiii...

Un anciano llora muy desesperado en un parque, al verlo, un hombre joven
se le acerca y le pregunta: ¿Señor por qué llora?
Es que soy un hombre recientemente casado con una Jovencita de 19 años
que me adora.
Por la mañana me despierta tiernamente, después de hacer el desayuno me
da un masaje y tenemos sexo, al almuerzo de postre otra vez tenemos sexo
y así todo el día, nos entendemos de maravilla sexualmente.
Pero hombre, ¿Usted de que se queja? le pregunta el hombre asombrado,
Si no me quejo, lo que pasa es que se me olvido donde vivo.

Un viejecito de 80 años llega a una casa de putas y contrata los servicios de una. Los dos se van a una habitación, donde el anciano le pide a la joven que se desnude rápidamente. Ella sigue las instrucciones al pie de la letra, mientras el viejecito también hace lo mismo. Acto seguido, él se gira hacia ella mostrándole su mano derecha con los dedos bien extendidos, mientras sonríe pícaramente. La joven extrañada le pregunta: ¿Cinco? ¿Quieres que hagamos el amor cinco veces?
No, hijita, no, lo que quiero es que escojas el dedo.

Estaba una gorda saliendo dela iglesia cuando se encuentra un limosnero y le dice: Señora no he comido nada en tres días. Y la gorda se le queda viendo y le dice: Hay señor que envidia tengo, ojalá tuviera esa fuerza de resistencia.