Clasificación Políticos
Había una vez un presidente de una empresa muy importante a nivel mundial. Lamentablemente tenía una señora que era muy ordinaria y su marido, como presidente de la compañía, le pidió por favor a su señora que no hiciera una de sus roterías en la reunión. Llega el día de la reunión. La señora del presidente de la compañía se veía espléndida. Durante la comida todo anduvo bien, hasta que le empezó una picazón horrible. Se rascaba la cabeza, se rascaba la espalda, se rascaba las piernas, las axilas y el poto. El marido le decía: ¡mi amor, por favor disimula! y ella le responde: ¡qué mas quieres que disimule si me pican las tetas!.
Comentarios sobre este chiste