Había una señora que tenia una perra que estaba en celo. Los perros no la dejaban tranquila. La señora la baño con gasolina para que el olor no acercara a mas perros. A la perra le ardio y salio corriendo. Se perdió durante varios días. Un día el niño de la señora le pregunta a su mamá que con que había bañado a su perra y ella le contesto que con gasolina. El hijo le contesta pues parece que se le acabo porque ahí la traen remolcada.