Llega un señor a un bar y le dice al cantinero: dame un trago para olvidar algo. El cantinero le pregunta que le pasa, y él le contesta: es que a mi hermanito le gustan los hombres y se toma el trago. Al otro día vuelve y le dice; dame otro trago. El cantinero le dice; y qué paso ahora? es que a mi padre también le gustan los hombres y se toma el trago. Al otro día regresa y el cantinero le dice: Pero es que a nadie en tu familia le gustan las mujeres? y él contesta: si a mi esposa así es que dame otro trago.