Clasificación Hombres
Era un señor regiomontano grandote y bigotón, quien acude a la iglesia para confesarse, llega al templo y busca al sacerdote quien sale a recibirlo y dice el regiomontano sobándose su gran bigote: "oiga padre, quiero confesarme" y responde el sacerdote muy cálido y tranquilo: "sí hijo, pasa y dime tu confesión", contesta el regiomontano: "quiero confesarle que usted es un pendejo" . Y el padre tranquilo y cálido pero asombrado responde: "¿cómo?, pero no importa hijo de penitencia ve y chinga a tu madre"
Comentarios sobre este chiste