Eran tres compadres que siempre se sentaban frente a un castillo para almorzar y los guardias le comentan a su majestad, y él les dice que vigilen que es lo que están planeando, si es algo malo atrápenlos. Pasan los días y le dice un compadre al otro ¿compadre qué es lo que quisiera del rey?, ummmm quisiera al menos lo que come el rey en una sentada, y tu? yo quisiera al menos conocer donde tiene el dinero el rey, y tu que quisieras, les contesta el otro compadre yo quisiera la vieja del rey por lo menos una noche.
Los atrapan y los llevan al castillo. Pasen al primero, este qué dijo? pues mi majestad este dijo que quisiera comer lo que come usted, sírvanselo, el segundo qué es lo que escogió? Conocer donde tiene usted las monedas, tírenlo y las que saque en su bolsa déjenselas, y el otro, perdón mi majestad este dijo que quería una noche con la reina. Llévenlo al calabozo y en la noche tiene que sacarle 3 chispas a la sirvienta si no córtenle la cabeza. Se encuentra un compadre y le pregunta que es lo que hiciste compadre y le platico la historia, le dice compadre tengo una idea, si sale te salvas. Qúe es compadre? espera, le trajo un condón lleno de copechis y se lo puso. Llego la hora y están dándole y se rompió el condón y salió un copechi. Dice el guardia mi primera chispa mi rey, como le hiciste compa y le agarran las manos y siguen dando y sale la segunda chispa mi rey, y no se como siguen y se cansan y asota el compadre, sale los copechis y dice el guardia se esta quemando la sirvienta mi rey.

Eran dos compadres tomando licor en casa de uno de ellos, cuando de pronto uno de ellos llama a un caimán y lo pone a chupar el pico. El caimán chupa que chupa hasta que el hombre le dice que ya basta.
Pero el caimán nada que deja de chupar y entonces este agarra una botella y golpea al caimán con la botella hasta que lo suelta. Entonces este compadre le dice al otro: ¿compadre porque no me pega una chupadita? y el otro contesta: ¡No compadre usted pega muy duro!.

Cacho, me di cuenta que tienes mucho éxito con las mujeres, -dice un amigo a otro en el bar-. ¿Cómo lo haces?
- Cuando llego a casa de una de mis mujeres -explica el tipo-, grito como Tarzán. Eso las excita de tal manera que lo demás resulta fácil.
El otro tipo va a su casa muy contento con la posesión de aquel gran secreto.
Al entrar a oscuras en su dormitorio lanza el alarido de Tarzán y después de golpearse el pecho como el hombre mono hace un salto del tigre bengalí sobre la cama.
- ¡Qué emoción! -exclama anhelante la señora en la oscuridad de la alcoba-. Que sea rapidito, Cacho, que ya debe estar por venir mi marido...