Un hombre llegó a una casa donde vendían electrodomésticos, y dijo: Señor por favor véndame una plancha. El señor contestó: Mire aquí tengo esta plancha y si usted la levanta con su pene se la puede llevar. El hombre ni corto ni perezoso entro en el intento una, dos, tres veces hasta que por fin pudo levantarla. El hombre muy contento se fue para la casa y le dijo a la mujer: Vieja aquí tienes la plancha y no te quiero ver molestando la vecina.
Al día siguiente se levanto la mujer muy temprano y no encontró al hombre en la cama, salió al patio y lo encontró masturbándose y le pregunto ¿Viejo que estas haciendo?
y el contesto: No te preocupes que me estoy ejercitando por que el jueves me traigo la nevera.

Estaba un niño con su mamá en el patio y le pregunta a su mamá: mamá, porqué mi papá esta tan pálido-
La mama contesta -cállate niño y sigue escarbando-

Parado en una esquina, estaba este joven increíblemente flaco y endeble, cuando de repente aparece montada en un Mercedes Benz del año, una bellísima mujer. El tipo, queda frío al ver semejante mujerón, hasta que ella lo mira, le pica un ojo y lo llama con el dedo. El perplejo individuo se voltea y mira a todas partes, seguro de que no es a él a quien ella llama, y al no ver a nadie, voltea hacia la rubia y ésta le repite el llamado, esta vez con un beso. Nuestro joven se sube al Mercedes, ella lo saluda muy sabrosita, él se pellizca cuando ella le dice que se dirigen hacia su apartamento. A esta altura el flaco está convencido de que está soñando, cuando ella lo invita a pasar a su lujoso penthouse y le dice: "ven cariño, vamos a mi habitación, quítate toda la ropa y ponte cómodo". El infeliz, a punto de desmayarse, se desnuda y cuando se dispone a acostarse en la cama, entra la rubia con dos niñitos a la habitación y dice: "miren hijos, si ustedes no comen, se van a poner igualitos a él".

Había una vez, una gorda, tan gorda, tan gorda, que para bañarse tenía que enjabonar las paredes del baño y ponerse a dar vueltas.