El calvo, completamente calvo, usaba peluca, el día de su luna de miel el hombre se fue para el baño a alistarse, se miró en el espejo y decidió que su recién esposada mujer debería saberlo y decidió salir sin su peluca. Cuando salió a la habitación, la encontró completamente a oscuras, con su mujer desnuda bajo las sábanas; él, se metió también en la cama, su señora empezó a acariciarle la calva cabeza (acostumbrada a la peluca) y asombrada le pregunta. ¿Qué es esto? El le contesta muy inocentemente: Pues la cabeza corazón. Ella muy indignada le contesta: ¡Pues se la meterá a su gran puta madre!

El marido entra a la cocina y la esposa le dice:
Mira la llave de agua gotea demasiado, ¿podrías repararla?.
El marido dice:¿yo plomero?, estás loca.
Esposa: pero mira el foco de la cocina está dañado, ¿podrías repararlo?
Marido: yo electricista, estás loca.
Unos días después el marido sale del país en comisión de servicios y cuando regresa encuentra la llave de agua y el foco de la cocina reparados y al preguntar quién los reparó la esposa contesta, fue el vecino quien me ayudo pero con la condición de que le cocinara un pastel o le diera un beso.
Marido: supongo que le cocinaste el pastel.
Esposa: yo pastelera, estas loco.

El psiquiatra, a su paciente: señora, en la próxima consulta será importante que analicemos el inconsciente.
Doctor va a ser difícil que el desgraciado de mi marido quiera venir conmigo.

La señora, cómodamente instalada en la cama, espera la llegada del marido. Ya llegué, mi amor.
Que bueno, cariño, le contesta mientras, muy sexy, se remolinea. Entonces, le pide: Mi vida, dime algo dulce.
¿Algo dulce? Pues, chocolate.
No, algo romántico.
¿Algo romántico? Pues, Luis Miguel.
¡No, algo que me caliente! le pide con mayor énfasis.

El tipo tarda en contestar y le dice:¿Algo que te caliente?
Pues...¡ándate un rato largo a la concha de tu madre!