Una profesora de secundaria les recuerda a sus alumnos que el examen final será al día siguiente. Les dice que no habrá excusas admisibles para no presentarse, a excepción de una severa enfermedad, o la muerte de algún familiar directo. El piola de siempre, en el fondo del salón, pregunta por lo bajo: ¿No podemos faltar por fatiga sexual extrema?
La clase entera hace su mejor intento para contener las risas (con poco éxito). Cuando el silencio volvió al salón, la profesora sonrió simpáticamente al estudiante, sacudió su cabeza, y dulcemente le contestó su pregunta: No, no es una excusa. En ese caso, escriba con la otra mano.

Un profesor daba la primera clase sobre autopsias a los estudiantes del primer año de medicina, y decidió enseñarles algunas cosas básicas antes de comenzar. Durante una autopsia deben ser capaces de dos cosas. La primera es que deben aprender a controlar sus temores. En este punto, el profesor introdujo su dedo en el ano del cadáver, e inmediatamente después se llevó el dedo a la boca y lo chupó. Después, pidió a los alumnos que hicieran lo mismo con los cuerpos que tenían delante de ellos. Después de unos instantes de silencio, obedecieron la orden.
La segunda cosa es que deben tener un agudo sentido de observación: introduje mi dedo anular en el ano del cadáver, pero chupé mi índice.

Una profesora estaba enseñando las vocales a los niños y no podía y la maestra se saca la camisa y los niños aaaaaaaaaaaaaaaa se saca la falda eeeeeeeeee se saca el sostén iiiiiiiiiiiiiiiiise saca el calzón ooooooooooo se vuelve a vestir uuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!

Esta una hermosa señorita aprendiendo a nadar y le dice a su profesor:
- Profesor, ¿será que si me saca el dedo me puedo hundir?