¿Saben por qué en Argentina no hay terremotos?
!Porque ni la tierra se los traga!

Había un cura chileno que se estaba haciendo famoso por sus predicas dominicales.
Planteaba una afirmación muy extraña y menos religiosa. Judas, el traidor, había emigrado desde Argentina. Llegó la noticia a oídos del señor cónsul de la RA y al Domingo siguiente asistió a la misa de dicho cura en donde pudo constatar su extraña afirmación. Furioso llamó al Sr. Obispo de la Diócesis y le pidió regañara al sacerdote. El Sr. Obispo reprendió al requerido y le ordenó una rectificación. El Domingo siguiente el sacerdote le habló a sus feligreses de la siguiente. manera: Reconozco que he pecado y no me referiré más al tema. Acto seguido inició su predica: Cristo, reunido con sus discípulos les hizo saber que uno de ellos lo había traicionado y dirigió su mirada a Judas, quién consternado le dijo: .... pero che maestro porque me mirás así.

Un argentino se despide de una mujer, gritándole a través de la ventanilla del tren:
¡Querida, al recuerdito que te dejé, ponele Carlitos!
Y la mujer le responde..
¡ Y al que te dejé yo, ponele penicilina!

Estaba el cura dando la misa y en el sermón dice: queridos hermanos, para ir al cielo tienen que amar al prójimo como a ustedes mismos y por allí grita desesperado un argentino: ¡tanto?