Un conocido por no gastar estaba sentado en el baño, cuando termina se sube el pantalón muy apurado, y se le cae una moneda de 25 centavos sobre lo que había hecho... oh ¿qué hago dice? preocupado. Me mando o no me mando, me mando o no me mando, en eso, y contra sus principios, saca un billete de 5 dólares y lo tira dentro de la taza y dice por 5.25 dólares si me mando.
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Era un hombre tan tacaño, pero tan tacaño que cuando se caso se llevo a su cuñada para no gastar a su esposa.
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El judío y los árabes
Don Abraham, el judío, abre un flamante restaurante y lo engalana con un letrero en la ventana que dice: prohibida la entrada a árabes.
A los pocos días, uno de los meseros llega muy asustado a don Abraham, y le dice: don Abraham, don Abraham.... acaba de llegar un árabe, y quiere que le preparen un sándwich. ¿Qué hacemos?. Don Abraham, no queriendo escándalos en su restaurante recién inaugurado, le dice: sírvele su sándwich... pero cóbraselo al doble. Así entenderá que no debe venir aquí. El mesero así lo hace. El árabe paga sin chistar. A los pocos días, llega el mesero otra vez a don Abraham: ¡allí está otra vez ese árabe, y ahora quiere comida completa..! ¿le servimos?. Sírvele lo que pide.... pero ahora cóbrale el triple, para que ya no vuelva. Así lo hace el mesero... y un rato después está de regreso con don Abraham. este le dice: ¿qué pasa? ¿el árabe no quiso pagar...?
Sí, pago... ¡pero quiere hacer una reserva para mañana por la noche para él y diez amigos más! Acéptale la reserva, y cuando vengan cóbrales diez veces más. Así aprenderán de una vez por todas a no venir más aquí. La siguiente noche llegan los árabes, cenan, pagan el precio sin chistar, y hasta dejan abundante propina... al día siguiente, se puede ver un letrero en la ventana del restaurante que dice: "prohibida la entrada a judíos"
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Había una vez un tipo tan tacaño que cuando se iba de cacería al bosque se traía al conejo manos arriba para no gastar dinero en la bala.
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